El bosque sabe tu nombre

Alaitz tiene una habilidad impresionante para crear unas ambientaciones espectaculares, mezcla la realidad con la magia de una manera insuperable. Esta característica me encanta, me sumerjo en sus historias y disfruto un montón. Como ya he comentado otras veces, me encanta la sensación de estar metida tanto en la historia, de ver las cosas que van pasando a través de una ventana y ser capaz de recorrer los pasillos o los caminos que se van describiendo en el relato, y todo esto me ha resultado muy fácil en este libro.

Además, narra muchos hechos y muchos lugares, ocurren muchas cosas y todo está perfectamente hilado, sin que nada esté de más en la historia. Viaja de España a California, en unos años muy complicados para esos lugares, el inicio de la dictadura en nuestro país y el período la Gran depresión americana.

A todo esto, hay que unir un repertorio de personajes muy bien definidos y dibujados, en especial, Estrella, la protagonista principal de la historia. Un personaje lleno de luces y sombras, que va evolucionando durante el relato, pero sin dejar atrás su esencia.

Este libro sin duda es un claro ejemplo de realismo mágico, pero sin ir demasiado lejos en la inventiva, por lo que, en mi opinión, crea un hechizo perfecto que te envuelve en todo momento.