—La lasaña de Will es famosa —comentó Hanna, y a continuación se metió una porción en la boca—. Bueno —añadió después de tragar—, famosa en esta casa. Para mí. Di un bocado y entendí por qué. Era el equilibrio perfecto entre queso, carne, salsa y pasta. Irreal. —La verdad, no es justo que seas guapo y encima sepas cocinar —le dije a Will. |