Biblioteca Studio Ghibli: La princesa Mononoke

El libro es como un comentario de historia del arte, solo que estos eran 4 páginas y aquí he leído 300. Las explicaciones de las metáforas y significados de la película, los datos sobre el guion, la producción, la traducción, el director... todo es genial y se nota que el autor es un auténtico enamorado del Estudio Ghibli, y es capaz de transmitirlo a alguien como yo, que no soy especialmente fan.

Esta fue mi peli favorita durante muchos años, y sigue siendo una de ellas. La ambientación, la animación, la filosofía, el contexto histórico y, sobre todo, los personajes, siempre me parecieron una construcción espléndida.

Ashitaka es uno de mis personajes favoritos de todo lo que he visto/leído en mi vida, porque es un héroe épico que se salta o cambia muchos de los paradigmas que estos personajes suelen tener. Para empezar está maldito, y la carga va creciendo con el odio, que es un sentimiento inevitable y que en muchas escenas se apodera de él (magnífica escena cuando detiene la pelea entre Mononoke y lady Eboshi). La capacidad de raciocinio y el autocontrol que demuestra es soberbio, cómo encauzar y manejar esa ira. Ashitaka no casa con ninguna de las ideologías de los dos bandos enfrentados, pero se posiciona: quiere poner paz entre dos facciones consumidas por el odio, quiere ver con claridad, no quiere dejarse llevar por la falacia de los buenos y los malos; pero nadie lo acompaña, está solo, en una trágica metáfora de lo que el mundo es realmente: odio, incomprensión, ceguera. Lo que Ashitaka representa se ve perfectamente media hora antes de que acabe, cuando le dicen: "toma tus armas", y él responde: "allá donde voy no las necesito", y se dirige directamente hacia el lugar donde los dioses están luchando con los humanos, a una batalla, y él asegura no necesitar armas. Sencillamente espléndido. Es, por supuesto, el personaje más incomprendido por estas dos facciones rivales, el más maltratado física y psicológicamente.

Me ha encantado saber que se creó como arma antinacionalista, porque para mí, el nacionalismo y la religión son los mayores cánceres de la humanidad.