Como agua para chocolate

Este es el típico libro que todo el mundo dice que hay que leer, que su adaptación al cine fue un gran éxito. Y todo eso me daba miedo; miedo por no sentir lo que se supone que debo sentir con su lectura, por romper la norma como lo he hecho. Si vas a Goodreads o cualquier otra web de lectura la nota de este libro es altísima, por eso casi me da vergüenza darle sólo dos estrellas. Pero es que es lo que opino y no puedo ni debo ocultarlo.

El libro está centrado en la figura de Tita, la menor de cuatro hermanas, que por tradición familiar no puede casarse sino que se debe quedar soltera para cuidar de su madre viuda. Y vaya madre ¡qué tirana amargada!

Está escrito en tercera persona, narrado por una sobrina de la protagonista, y alterna o más bien intercala recetas de platos de la cocina mexicana con la trama, convirtiendo la comida en una protagonista más de la historia. Mezclando fantasía y realidad, recetas y trama, el libro se convierte en una especie de cuento fantástico, lleno de drama, romance y rencor.

Con esto parece que tendría que haberle dado más nota, pero es que no he conseguido conectar con el libro, las escenas de realismo mágico me han parecido un sin sentido, y la lectura se me ha hecho pesada. No digo que escriba mal (faltaría más), pero no es mi estilo.