Descalza entre raíces

Entre sus páginas conoceremos la historia de Lola, quien es feliz en la naturaleza viviendo con su madre y se promete que siempre vivirá como quiera y siendo ella misma. Pero algo ocurrirá que deberá irse de Sierra Nevada a Catalunya donde un mundo nuevo se abrirá ante ella, aunque logrará mantenerse fiel a su promesa. En su camino se cruzará Cesc, quien huyó de Barcelona para intentar demostrar que, pase lo que pase, él no es menos que nadie, y entre los dos surgirá una gran complicidad, amistad, “compincheo”… pero ambos tienen promesas por cumplir…

Una vez te has adentrado en la historia estas perdida. Empezamos con un cambio de escenario del que nuestra protagonista recela, sin saber cómo, por qué… pero que irá descubriendo poco a poco. Ella viene de una zona rural a una zona más “urbanita”, de vivir sola con su madre, de repente, se ve en otro lugar con desconocidos. Y va a tener que hacer allí su vida. Vamos a conocer la relación que se fragua entre Lola y Cesc, a la vez que descubriremos cuales son sus inquietudes, pero además de la relación entre ellos, también tendremos diversos temas paralelos que nos mantendrán con ansias de seguir sabiendo.

Los personajes me han encantado, ellos son la historia. A Lola… algún gritillo le hubiera pegado con su insistencia en, bueno no puedo decirlo… pero es una niña sin maldad, sin dobleces, fuerte, sincera… Cesc, no lo ha pasado bien, pero es un amor, su manera de ser, su forma de tratar a Lola, sus ganas de independencia, es un personaje precioso. Los secundarios hay un poco de todo, pero la que más me ha llegado ha sido Ama.

Solo había leído de la autora un relato, y después de haber leído Descalza entre raíces, me apunto al siguiente.

¿Os animáis a viajar a la España del siglo XX con Lola y Cesc?

Descalza entre raíces, me ha parecido una innovadora historia dentro del género romántico, cosa que es de agradecer.

Ambientada a principios del SXX, nos cuenta la historia de Lola, una joven criada por su poco convencional e independiente madre y que por circunstancias ajenas a su voluntad, deberá dejar Sierra Nevada para ir a vivir a Cataluña, en la comarca del Priorat,(Tarragona), tierra de vinos. Este cambio, hará que el mundo que Lola ha conocido hasta el momento, lleno de espiritualidad y creencias ancestrales, tope con otro mucho más terrenal, lleno de convencionalismos y rígidas normas sociales. En él conocerá a Cesc, un joven que ha debido superar más de un obstáculo en su aparentemente acomodada vida. Dotado de una gran personalidad y amor propio, tiene claro que no va a conformarse con menos de lo que cree merecer.

La historia me ha parecido cuidada al detalle, tanto en la ambientación y recreación histórica, como en la costrucción de los personajes y me ha dejado un muy buen sabor de boca. No quiero desvelar en esta reseña más de lo que cuenta la sinopsis, pienso que es bueno llegar a los libros sabiendo lo menos posible de ellos.

Me ha gustado el aprendizaje de cada uno de los personajes principales: independencia, humildad, disfrutar más de lo que la vida nos ofrece, generosidad, valentía y espíritu de sacrificio. Valores que van adquiriendo a lo largo de la historia y contribuyen a hacer sus vidas más plenas.

También esta historia es una oda a la vida en libertad y la naturaleza, así como al vínculo entre madres e hijas.

El ritmo de lectura ha sido bueno, aunque en algún momento me ha parecido que el libro era un poco largo para la historia que la autora nos cuenta.

CONCLUSIÓN:

Creo que el debut de María Latorre es más que prometedor y seguiré su trabajo de cerca. Espero que sea una escritora con mucho recorrido, pues ha demostrado su buen hacer en este primer trabajo publicado.

Muchas felicidades, María!
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Esta novela consta de 496 páginas narradas en primera persona por sus protagonistas Lola y Cesc.

Lola vive en el monte de Sierra Nevada junto a su madre, que es la curandera. Ella es feliz con ese estilo de vida, caminando descalza, sintiendo la naturaleza, sin dar explicaciones y siguiendo sus propias normas.

Pero la vida de Lola cambia cuando se traslada a pasar una temporada en una masía rodeada de viñedos del Priorat. Lejos de su tierra y sus costumbres, tendrá que acostumbrarse a ser la señorita que dictamina la época de 1.900 y aunque no está muy conforme, tampoco quiere defraudar a las personas que quiere.

Cesc es un joven que huye del pasado de dolor que dejó en Barcelona junto a su familia, ahora es administrador de una mina y vive en un pueblecito del Priorat. Es feliz con la vida que lleva lejos de la gente que tanto dolor le han causado desde su infancia.

Cuando María me contactó para leer su novela, a pesar de que iba a tope, como venía recomendada por una autora a la que tengo mucho cariño, y todo sea dicho, quedé enamorada de la portada y la sinopsis, acepté la colaboración. ¡Y menos mal que lo hice! Me he encontrado con una lectura maravillosa que me ha transportado a la España de 1.900, por un lado, a la parte de Sierra Nevada y por la otra al Priorat de Tarragona, más concretamente a una masía con viñedos que tanto me ha recordado a la finca en la que trabajo. Quiero ensalzar la pluma de la autora que me ha cautivado con un estilo de lo más cuidado y que transmite un amor muy grande por las letras. Lo más sorprendente de todo es que esta es la primera novela de la autora y sinceramente, me dicen que es la décima que pública y me lo creo, porque de verdad que la historia, los personajes, los lugares, las estructura... vamos todo de principio a fin me ha parecido la de una persona que lleva unas cuantas obras a su espalda. Es cierto que María ha escrito relatos y librojuegos, lo que ya le aportaba una experiencia, pero sin ánimos de ofender a nadie pienso que no es comparable con escribir una novela. Lola es tan solo una joven que se siente conectada a la magia del monte cuando tiene que dejar su refugio y trasladarse a un lugar donde no conoce apenas a nadie y tendrá que dejar sus costumbres y comportarse como la señorita que se espera de ella, me ha encantado ese corazón tan grande que tiene para hacer feliz a los demás, por esforzarse, pero sobre todo por no olvidar nunca quien es verdaderamente y de donde viene. Cesc es un hombre que ha sufrido en su infancia y que ha conseguido ser feliz lejos de los que le dañaron . Poco más os quiero contar sobre ellos, salvo que me han enamorado y que tienen una historia de amor y respeto preciosa. Considero que con todo esto queda más que claro que he adorado esta novela y sobra decir que sin duda tenéis que leerla porque es una gozada. Gracias Maria por escribir tan bonito y dejarme disfrutar de la Lola, Cesc y el resto de personajes.
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¿Que os cuento yo de esta novela? Porque no sé por donde empezar y es que, cuanto más me gusta una historia, más me cuesta hacer una reseña porque creo que diga lo que diga no voy a hacerle justicia.
Y la historia de Lola y Cesc me ha gustado muchísimo. Los he adorado, he sufrido con ellos, he admirado su valentía, sus convicciones, me he enfadado con sus decisiones y, al final, nos hemos reconciliado como no podía ser de otra manera porque Lola y Cesc son amor, y tienes que quererlos.
A pesar de que los primeros capitulos me resultaron algo lentos, en cuanto Lola pone sus pies descalzos entre los viñedos de su padre en el Mas, en cuanto conoce a Cesc, ese compinche al que decide ayudar a conquistar a su dama, o cuando aparece ese conde que no les da buena espina a ninguno de los dos, no puedes soltar la historia.
Y no solo por ellos, porque los secundarios tampoco se quedan atrás, todos son fundamentales, para bien o para mal (porque os aseguro que a más de uno lo hubiera ahogado en el río) y sin duda enriquecen una historia en la que hay mucho más que amor del bueno.