Los combates cotidianos 04: Clavar clavos

Cuarto y último volumen de este tremendo cómic, ganador del Premio al Mejor Álbum en Angoulême en el 2004, que no ha perdido vigencia en lo que cuenta desde su publicación.

Nada más empezar este tomo nos encontramos con que ha habido un salto temporal de años, puesto que Marco ha sido padre por fin y su hija parece tener ya unos tres o cuatro años. A pesar de tener conflictos internos por cómo educar y si está preparado realmente o no, se le ve feliz junto a su hija, que le hace ver el mundo de otro modo por ser partícipe de los descubrimientos de ella.

En el ámbito laboral, Marco vuelve a los astilleros, pero esta vez para retratar las huelgas que preceden a su cierre y demolición definitiva. El tiempo ha pasado para todo y el mundo no parece estar hecho ya para trabajos como ese, como trata de transmitirle uno de los antiguos compañeros de su padre al que, por suerte, ya le llegaba el turno de jubilarse. En una noche de borrachera, ambos analizarán el avance inexorable de las cosas además de la reciente victoria política de la derecha con Sarkozy al poder. Parece que todo aquello por lo que se luchó se ha olvidado o no ha servido de nada, pero a pesar de todo Marco ve la vida de otro modo ahora que es padre.

También habrá algún encuentro más con su famoso vecino, que transmitirá alguno de sus conocimientos sobre la naturaleza que les rodea a la hija de Marco. Lamentablemente un día descubre que están llevándose todos los muebles de su casa porque acaba de fallecer, y, para más sorpresa, se entera de que el hombre tenía una hija a la que no veía desde que era pequeña. Volverá también a su querido psiquiatra, aunque parece que Marco está ya mucho mejor de sus ataques de ansiedad (a pesar de las dudas que le sobrevienen con la crianza).

Este último tomo me ha sorprendido por el salto temporal que pega y que podría parecer hecho mucho tiempo después de los anteriores, aunque, al mismo tiempo, nos presenta un futuro posible y más que factible para Marco, que ha conseguido superar algunos de sus miedos dando paso a la vivencia de la paternidad y el traspaso de conocimientos vitales a la siguiente generación.