Nadie es blanco o negro, puro y perfecto o malo malísimo; somos grises, como la piel de los yeisati. No todo es luz y oscuridad si contamos con la penumbra.
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Nadie es blanco o negro, puro y perfecto o malo malísimo; somos grises, como la piel de los yeisati. No todo es luz y oscuridad si contamos con la penumbra.
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—¿Sabéis qué desearía si pudiera soplar una vela? Ser como ellos. —Fijó sus ojos entornados en un par de salmones que acababan de pescar—. Llega un momento en sus vidas en el que sienten la necesidad de regresar al río que los vio nacer. Su periplo no está exento de peligros, pero nada ni nadie se interpone o los señalan por el hecho de nadar a contracorriente. La fuerza que los mueve supera a la de las aguas. Todo por culminar aquello que da sentido a sus vidas: regresar con honor al lugar del que partieron como crías, la misma cuna en las que sus madres les dieron a luz, y así trasmitir el legado a sus descendientes. Cuando ven cómo sus hijos dan comienzo a un nuevo ciclo, sienten que su misión ha concluido y pueden descansar en paz. |
Solo el corazón más puro podrá comprender y albergar la esencia de Arcadia.
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Cuál es el primer hechizo que se menciona el " La piedra filosofal" (Película)?