En el mundo existen personas que atesoran los secretos del resto de los mortales. Personas a las que acudimos en busca de consuelo, de consejo, o como un lugar en el que volcar nuestros miedos y nuestra basura mental, que la generamos, y mucha. Pensadlo. Seguro que ya tenéis a ese alguien en mente. Esa persona que siempre está para todo y para todos y a los que rara vez escuchamos los demás. Son silenciosas, no se quejan, nunca dejan ver ni un ápice de aburrimiento a pesar de tener que escuchar una y otra vez la misma historia. Porque nos repetimos. Las cosas como son. Esas personas callan palabras e hilan silencios. Presencian mutaciones en cada nueva versión del mismo cuento que no desvelan por miedo a influir sobre el final. Ese final que ellas presienten y que nadie más ve venir. Solo ellas, que simulan no tener un drama propio y que ven acercarse la guerra antes de que suene el primer disparo. |