JAPÓN, DIARIO DE UN VIAJE ILUSTRADO

Los lectores y viajeros entendemos que el primer contacto con lo desconocido suele ser muy superficial e intuitivo. Como cualquier arte si no hay un estudio previo el extrañamiento cultural es difícil quedarse con la esencia de las cosas si no se conoce. Nuestra autora Marta López Fernández escribió una hermosa guía de su viaje a Japón acompañada por su amigo Marc.

Leeremos una crónica íntima y personal donde se fusionan palabras y bellas ilustraciones, mapas, billetes...,descubriéndonos una cultura fascinante. Nos encontramos ante un viaje al Japón como nunca te lo has imaginado. ¿Cómo sería vivir la experiencia de conocer el país del sol naciente para cada uno de nosotros? Marta López nos trae un íntimo diario, una crónica de viaje para hacernos vivir una experiencia única, a medida que nos lleva por museos, paisajes, tiendas y sitios a cual más increíble y emocionante. Un libro verdaderamente atrapante donde la autora nos enseñará todo lo que necesitamos saber de las tierras niponas.
 
Deciros, amigos lectores, en dato anecdótico que una de las primeras extranjeras que hizo un diario de viaje fue Isabela Bird a  principios de la época Meiji. Ahora podéis tener en vuestras manos esta maravilla  titulada “Japón, diario de viaje ilustrado” donde en las primeras páginas hallaréis un dibujo de nuestra ilustradora de la isla con la ruta que hizo con su amigo Marc. El diario comienza con nuestros dos protagonistas en el aeropuerto del Prat en Barcelona destino a Japón. Sabremos cómo les fue el vuelo y lo que hicieron para entretenerse.  

Una vez llegan a Tokio nos dejarán unos consejos de ciertos billetes de tren que hay que comprarlos antes de empezar el viaje, desde el país de origen. Hotel, probar el famoso chorrito del váter japonés, reponer fuerzas para visitar Akihabara , uno de los barrios más representativos del futurismo de Tokio,  donde se compra electrónica a buen precio o descubrir la cultura otaku. Más tarde sus pasos nos llevarán hasta Asuka.
 
Éste es un barrio en el norte de Tokio cerca del río Sumida, uno de los sitios más turísticos de Tokyo y que está  preparado para recibir a los visitantes. Se podría decir que todas las tiendas de souvenirs y restaurantes de ese barrio intentan cumplir las expectativas de los turistas. Los que visitan el templo de Asakusa para hacer su plegaria pueden sentirse especiales vistiendo un Kimono más ligero y pequeño llamado Yukata. Kimono literalmente es cosa de vestir y yukata es prenda de tarde algo  más fresca para tardes de verano. Estas personas son el complemento perfecto para hacer la foto que buscan los extranjeros y completar la imagen del Japón idealizado. En ese lugar hay una gran zapatilla de esparto que cuelga de una de las paredes de la puerta de entrada al recinto del templo y el de los dioses del viento y del trueno Fūjin y Raijin en la otra puerta de entrada. Estos dioses han sido infinitamente representados en el arte y el más irónico es el de Ōgata Kōrin. Dioses protectores de los malos espíritus en general y de los incendios en particular. Casi todo lo que se ve ha sido reconstruido varias veces e incluso con nuevos materiales incluso la zapatilla aunque se intenta que sea de la misma variedad de espiga de arroz o las tejas que dicen que ahora son de titanio. Normalmente suelen ser de donaciones millonarias de gente que pasó alguna enfermedad o sintió esa necesidad. 

Marta nos ilustrara sobre el significado de los talismanes de protección de los templos o de la caseta de la fortuna que son boletos como una rifa y lo que te toca es una predicción impresa en un papel sobre la suerte que tendrás en el año. Una vez la tienes se suele hacer un lazo colocada en un alambre. Si la suerte es muy mala puedes hacer un ritual girando una flecha silbadora, por lo menos en el templo de Hachiman-gū de Kamakura. Sabremos que en cada templo en la entrada hay una fuente con unos cacitos para lavarse las manos. Normalmente está adornada con un dragón de bronce como grifo. Es el símbolo del agua el dragón en Japón, allí aprendió el ritual de purificarse con agua.
 
¿Qué tal se os queda el cuerpo? Pues esto no hizo más que empezar.

 Su primera salida de Tokio será a  Kamakura, visitando santuarios, antiguos senderos, templo del Gran Buda. En esa ciudad  se introdujo el budismo zen llegando los peregrinos al mar desviándose de la ruta de Tokaido. Hokusai dibujó la gran ola por aquí. Kamakura llega hasta Ofuna donde hay una estatua de Kannon más grande que el buda de Kamakura que se quedó al exterior porque se quemó el templo. Tiene una marca en la cara el buda que dicen que fue de un tsunami y llegó hasta allí el agua. Es inexpugnable por mar y montañas con siete accesos que se llaman kiridoshi. El templo de Hase es donde va la gente a ver las flores ajisai y recorre una cueva con las deidades sintoístas talladas en la pared de arenisca, comparte leyenda con el Kannon de Asakusa. Ambas estatuas dicen ser recogidas en las aguas por los pescadores...
 
En tren llegaron hasta un pueblo rural llamado Nikko. Sus templos están dedicados al último unificador de Japón  el Shogun Tokugawa. Sus restos fueron trasladados desde shizuoka donde tiene otra tumba. Lo más famoso como todo lo japonés son los pequeños detalles, por ejemplo: una talla de un gato adormilado otra de los tres monos uno que no quiere oír otro que no quiere ver y otro se tapa la boca para no hablar. Aunque se busque la perfección siempre se deja algún fallo a propósito como en la trama de una columna del templo. Si es perfecto es divino y no es humano. Este concepto también se ve en los puentes de entrada, la red de influencia china es para los dioses.
 
Cerca de Nikko  está la gran cascada donde siempre hay niebla y pocas veces se ve. La autora nos comenta sobre las ochenta estatuas de Jizo, cubiertas de musgo y desfiguradas por el tiempo.
 
Luego narra sobre Shirakata-go, patrimonio de la humanidad estas arquitecturas son herencia de las construcciones del período Jōmon y Asuka, pero con unas dimensiones fantásticas. Un entorno único para desconectar, de Takayama escribirá sobre el camino de los filósofos. En Tokio, visitará el palacio imperial. Es grande la devoción que sienten los turistas por este lugar.
 
En Nara, presenció una fiesta de farolillos. Oban o la fiesta de los difuntos en Nara es espectacular, allí  los templos son de otra escala, todo muy monumental.
 
Conoceremos un poco mejor el pueblo llamado Koyasan y la ciudad de Osaka,  la excursión a un cementerio... Por último antes de regresar a Tokio caminará por Himeji y Kobe. En Himeji se asombrará ante un conocido castillo. Las carnicerías de Kobe exigen fotos de los mejores ejemplares del famoso wagyu o vacuno japonés.

Solo os hice un pequeño resumen para la reseña, lo que Marta dejó escrito es verdaderamente maravilloso con sus anécdotas personales, comidas, pensamientos...
 
Cerrando el libro hallaréis un apartado de sus impresiones finales.
 
Japón narrado e ilustrado por Marta López de la mano de la editorial Satori.  No podía ser otra editorial quien sacará este increíble ejemplar.