Elektra Asesina

Lo primero que quiero destacar es que es un cómic diferente, por su estructura y por el tipo de narración. Aunque hay toques que ya he visto en otras obras de Miller, me han sorprendido mucho el nivel de complejidad narrativo y la experimentación visual y estructural de las viñetas, ¡no estaba preparada para ello! El comienzo me pareció muy cinematográfico, describiendo viñeta a viñeta, a pinceladas aparentemente inconexas, los orígenes de Elektra (el asesinato de su madre, los abusos de su padre, su aprendizaje de artes marciales, etc.), pero es que según avanza la trama, repleta de rollos de espionaje, asesinatos por encargo y experimentación tecnológica, resulta que nuestro protagonista cambia a John Garret, un agente de la famosa organización SHIELD que parece estar manejado mentalmente por Elektra.

El modo de narración también es peculiar, hay muy pocos bocadillos pero mucho que leer, es como si una especie de voz en off nos estuviese narrando el devenir de los acontecimientos, y esa voz en off es la de John Garret. Se nos presenta a una Elektra todopoderosa, que aparece y desaparece sin que la gente se de casi ni cuenta, dejando un reguero de asesinatos a su espalda. Por su parte John, que en principio debía detenerla, termina pasándose a su bando, ayudándole en la persecución de sus objetivos. Hay también mucha mezcla política, se nos presenta a un candidato a la Casa Blanca muy turbio, que vende una imagen de sí mismo que no es real mientras por detrás hace y deshace a su antojo.

No quiero terminar sin destacar el papel de Sienkiewicz en todo esto, es gracias a él que la historia toma un ritmo vertiginoso, además de crear una estética oscura y muy punk que me ha recordado mucho a los cortos de Bill Plympton. En definitiva, no es una obra para todos los gustos, pero si te gustan los cómics merece la pena darle una oportunidad para flipar con el potencial que tienen.