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Este libro sin duda es uno de mis preferidos de la saga. Amé cada letra de este libro, no puedo decir mucho de la trama porque sería hacer spoilers y no quiero que eso pase, así que mencionaré las cosas que lo hicieron increíble para mí. Primero el desarrollo de personajes es increíble tanto de protagonistas como de los personajes secundarios. Poppy y Hawke son todo lo que está bien en este mundo, verlos en otra etapa de sus vidas me encantó y me los disfruté demasiado. Estos dos son de las parejas literarias más fuertes que he leído y son mi preferida sin lugar a duda. El desarrollo de ambos como pareja y de forma individual es brutal en este libro. Poppy es mi diosa suprema, es fuerte, valiente pero generosa y amable, es tan humana que como no amarla. Hawke es todo lo que está bien en este mundo y me derrite el corazón con cada acción y palabra. Los personajes secundarios que puedo decir de ellos, más que los amo también con locura sobre todo a Kieran. En este tercer libro tiene mucha más presencia y me encantó cada escena en la que salía y su interacción con Poppy y Hawke. Otro personaje secundario que amo muchísimo es Delano y su relación con Poppy. En este libro tenemos descubrimientos importantes del pasado que han marcado fuertemente el presente, sobre todo para Poppy será muy impactante enterarse de ciertas cosas. El mundo literario se amplía de una forma increíble introduciéndonos nuevos personajes que seguramente amaremos también con locura. El final de este libro es brutal, de esos que te dejan con la cabeza loca y necesitando leer el siguiente libro. Por un lado fue emocionante, por otro me destrozó el alma y definitivamente fue muy revelador. Es de los finales más impactantes de la saga hasta el momento. Seguimos teniendo mucha acción, un mundo literario exquisito, un romance que es de esos que roban el aliento y unas escenas spicy que no tienen desperdicio. |
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