De sangre y cenizas

Hacía tanto, tanto que no buscaba cualquier hueco para leer, aunque fueran un par de capítulos de un libro que a esta maravilla no puedo darle menos de 5 estrellas. Aunque en realidad nunca eran dos capítulos, porque cada uno acababa más arriba que el anterior (sobre todo de la mitad hacia delante) y al final siempre acababa devorando páginas y páginas.

Sí que es verdad que al principio hasta que te haces con todo cuesta un pelín más, pero la narración es tan maravillosa, los personajes son tan completos y el mundo que crea la autora tiene tanto magnetismo que todo hace que no puedas, ni quieras, separarte de sus páginas.

Poppy tiene todo lo bueno que puede tener una protagonista femenina para que me llegue, todo y más. Y lo malo, también, pero es que hasta sus defectos son perfectos. Es maravillosa. Creo que lo que más me gusta de ella es su carácter y sus agallas. Tremenda.

Y Hawke... ¿Qué puedo decir de él que no se haya dicho ya? Lo resumo todo en la frase que más me he repetido durante toda la lectura, Madre del amor hermoso...

La trama, brutal. Bien hilada, todo encaja y te va llevando, con tus sospechas, al punto justo en el que la autora quieres que estés y entonces te desarma toda entera y te deja con cara de tonta. Madre del amor hermoso, una vez más.

El resto de personajes aportan todo lo necesario cada uno de ellos y reciben lo que dan. Ni más ni menos. Y hay un par de escenas respecto a esto que no voy a desvelar por razones obvias con las que he disfrutado de lo lindo. Mucho. Muchísimo.

Y el final. Bueno las últimas 200 páginas en realidad, son para no respirar. Mucha información que procesar, muchos datos que ahora cuadran y muchas revelaciones que, aunque algunas de ellas se veían venir, son brutales. Y le da la vuelta a todo, todo, todo lo que creíamos hasta ahora. Así que nada, a por el segundo, de cabeza.