La insoportable levedad del ser

Sin duda este es un libro que todo el mundo recomienda siempre, por eso tenía unas expectativas altas antes de leerlo. No obstante, aunque no me ha defraudado, tampoco me ha parecido tan sumamente bueno como lo he visto pintado en más de una ocasión. El tema central, el amor, no me ha resultado empalagoso, lo cual es un punto positivo en mi opinión, pero esa terquedad de Tomás por seguir viendo a otras mujeres cuando según él está enamorado de Teresa no la entiendo. No puedo tolerar un amor a varias bandas porque no creo en él, y en el libro he sufrido mucho junto a Teresa.

Las partes que hablan de la guerra y del sinsentido de la misma me han parecido inmejorables. La elegancia del autor a la hora de escribir sobre este tema es brillante, y hace de este uno de los libros antibelicistas por excelencia. Son las partes que sin duda alguna he disfrutado más de toda la novela. Sin dar demasiados detalles, y ninguno escabroso realmente, hace una crítica mordaz de la guerra, que al final afecta siempre a los mismos, al pueblo llano que nunca quiso ningún tipo de enfrentamiento.

Por otro lado, los sueños de Teresa me han confundido alguna vez que otra, no sabiendo en un primer momento si se trataba de sueño o realidad. Me ha parecido que Milan Kundera ha controlado de una manera magistral esa línea entre los sueños y la realidad de sus personajes. de hecho, en varias ocasiones señala al lector que éstos son sólo personajes, que no existen realmente, y hace que salgas de la trama para darle un aplauso por su atrevimiento.

Al final, la insoportable levedad del ser cae por su propio peso en cada uno de los personajes principales, porque por mucho que queramos, todos tenemos un final, feliz o no.