La insoportable levedad del ser

¿Y si os digo que cuando terminé de leer este libro no pude dejar de llorar en los siguientes 45 minutos? Creo que ningún otro me ha dejado tan destrozada. Y es que puedes estar más o menos de acuerdo con lo que expresa el autor a través de sus personajes en un relato tan filosófico como este, pero el retrato tan humano y sensible que logra Kundera se te mete en las entrañas y no te suelta. El autor es también poeta, y se nota. Cada palabra se te clava en el alma.

«La insoportable levedad del ser» se divide en siete partes que cuentan pinceladas de la vida de los protagonistas desde sus diferentes puntos de vista, modificados por experiencias vitales pasadas y sus propias creencias. Se entremezcla la cotidianidad con la historia, pues se desarrolla durante la Primavera de Praga y esto condiciona a los personajes. Todo ello sirve como mera excusa para hablar de amor, de sexualidad, de relaciones interpersonales y ofrecer una reflexión sobre qué es existir, qué es vivir y qué es querer a otra persona. Es un libro para pensar, para reflexionar, para sentir.

Consiguió que empatizase y que incluso me viese reflejada en ciertos personajes (vi en Teresa una yo más joven e ingenua). También detesté a otros, pues Tomás me pareció despreciable. He de decir que no me terminó de convencer cómo Kundera parece justificar sus comportamientos respecto a la persona que se supone que ama. Aún con todo, son personajes ricos y complejos, lo cuál siempre se agradece.

Me gustó muchísimo y me llegó al alma. Esa justificación mencionada es posiblemente el punto más negativo bajo mi punto de vista, quizás porque sentí enormemente a Teresa, pero a pesar de ello puedo darle una nota bastante alta. No es para leerlo cuando estés sensible, eso sí, porque es un relato tristísimo.

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