Al final del libro, en las últimas páginas de agradecimientos, Rebecca nos dice: “AMARILLA ES, EN GRAN MEDIDA, UNA HISTORIA DE TERROR SOBRE LA SOLEDAD EN UNA INDUSTRIA FEROZMENTE COMPETITIVA” Esta frase resume a la perfección mi opinión sobre esta novela, en general, y en particular por el asfixie literal que me ha producido la historia de June y Athena y tantos otros secundarios, que han conformado una bola increchendo de mentiras, culpas, dinero, apariencias, redes sociales y muy, pero que muy poco sobre la virtud y el maravilloso oficio de escribir. de este asunto no hay nada. Ha sido una lectura de non-stop, la empiezas y la tienes que acabar. Los personajes son detestables. Nos muestra la carroñería que existe dentro del mundo editorial, desde la creación de un manuscrito hasta su publicación, todas las manos y filtros por los que pasa, hasta llegar a la estanteria de una librería, y por tanto, al lector final. Cuánto del original hay en las páginas, cuánta manipulación interna y externa lo rodea, para que nos hagamos una idea, a veces preconcebida, sobre el texto, y sobre el autor, que incluso él mismo o ella misma se deja arrastrar y deja que golpeen su obra solo para ganar más y más dinero, o encajar en un estereotipo determinado. Nos hacen el marketing y caemos en picado. Muy interesante su lectura por abrir este contenedor lleno de bastante basura, y sufrir el desencantamiento inevitable. Quiero pensar que aún hay editoriales que respeten el vínculo obra y autor al máximo, y que las publicaciones tengan el sentido que inicialmente las gestaron, y no al revés. Libro recomendable? Pues sí, para abrir un poco más los ojos, y ser más conscientes de todo lo que esconde el proceso de publicación de un libro. |