Nuncanoche

Mía Corvere tiene un don. Un don que es perseguido por los soles. En una lucha de dioses que divide a una cultura los hijos de Aa, la luz, persiguen sin descanso a los hijos de Niah, la oscuridad y la muerte, la madre de los mayores asesinos que hayan existido.
Mía se ha quedado sola a los 10 años y sobrevive gracias al viejo Mercurio que la instruye en las doctrinas de la noche, preparándola para la academia de asesinos.
Ahora, con dieciséis llega el momento de demostrar todo lo que aprendió en estos años y convertirse en la mejor asesina que haya existido para así poder llevar su venganza a cabo.
Pero todavía le queda mucho que aprender y en una escuela de asesinos la vida no puede ser demasiado sencilla.
Amigos, amantes, traiciones, enemigos y asesinatos rodean a nuestros personajes que nos dejarán con el corazón en la boca y ganas de más.

La novela comienza fuerte, pero el ritmo es un poco lento. Poco a poco va cogiendo velocidad, sobre todo cuando ya conoces a los personajes, el mundo y la política que lo rige. También ralentiza a veces la lectura las notas de autor, aunque en algunos momentos son todo un puntazo.
Pero cuando ya estás metido en el mundo y ya intuyes lo que va a pasar, un giro argumental hace que todo cambie y que la novela se vuelva más rápida y adictiva. La recta final es impresionante y ya te deja el terreno plantado para el siguiente libro.
La narración es un poco especial, porque el autor narra la historia desde el futuro, por lo que ya sabe lo que va a pasar y a veces va dejando caer alguna información. al igual que también interactúa con el lector. Aun así, no lo hace demasiado, por si eres de esas personas a las que no le gusta que el narrador le hable.
A mí me ha costado un poco leerlo pero no porque no me gustase, si no porque los capítulos son muy largos y no tenía demasiado tiempo.