Nuncanoche

El inicio arranca lento, empieza de una manera bastante densa en cuanto a personajes, worldbuilding, historia y argumento en general, pero, una vez llega la acción, se convierte en un no parar de locura, un ritmo frenético que no hace más que crecer, una tensión que mantiene las ganas y el aliento a lo que pueda pasar. Sencillamente brutal.

Aunque en la mayoría de libros de fantasía las protagonistas parecen un calco una de la otra, demostrando fiereza y humanidad a partes iguales, en Mia he visto la nota discordante que me ha terminado de encandilar. Tiene sed de venganza, lleva años preparándose para convertirse en una asesina y, a pesar de ser vulnerable y humana, su miedo se rompe nada más nacer. Me parece una señora protagonista con los pies bien plantados en la tierra, preparada para lo que le tenga preparado el mundo y, yo como lectora, encantada de la vida de seguir viendo cómo se enfrenta a todo ello.

El mundo creado por Jay Kristoff es fascinante y muy rico en detalles, pero a veces puede ser un poco demasiado, especialmente con las notas al pie de página. al principio me daban curiosidad, información sobre la compleja religión de dioses de luz y de oscuridad, sobre el gobierno que está al mando, alguna anécdota graciosa... pero, luego, las más largas pasé a leérmelas en diagonal porque cuestan y sacan de la lectura, ¡si es que algunas ocupan la mitad de la página y no aportan realmente nada! de todas formas, lo dejaría como un mini fallo, porque la imaginación del autor me parece desbordante para crear escenarios tan cargados de detalles.

La pluma es otro aspecto a destacar, una pluma que puede no ser para todos los gustos: un poco recargada y llena de florituras y metáforas. Yo, como buena amante de las florituras, he estado chillando de la emoción con cada frase bonita. ¿Que no terminaría de encajar del todo en un libro de fantasía oscura super cruel? Pues quizás no, pero, en mi opinión, Jay Kristoff lo encaja con maestría dentro de su narrativa.

Hay personajes igual de maravillosos que la protagonista, pero lo maravilloso no son sus personalidades, al fin y al cabo, todos están ahí para convertirse en asesinos y muy majos no es que sean con todos, sino lo que más me ha conquistado es la gama de grises en las que están confeccionados. No hay negros ni blancos, hay tantos tonos de gris como cualquiera puede imaginarse y también una evolución increíble conforme avanzan los capítulos.

La trama es... cruel y directa. Sangrante y punzante. Descriptiva y muy explícita. En todo. Así que puede no ser para todos los gustos, hay escenas que me ha dado algo de cosa leer porque la sangre y yo no nos llevamos demasiado bien, pero considero que este libro, sin ser tan gore y directo, no podría ser esta historia.

Después de terminar con unos últimos capítulos tan alucinantes, la verdad es que no entiendo por qué no he empezado aún con el segundo.