Claus y Lucas

“Las palabras que definen los sentimientos son muy vagas; es mejor evitarlas y atenerse a la descripción de los objetos, de los seres humanos y de uno mismo, es decir, a la descripción de los hechos”.

Y así escribe Agota. Con una escritura exenta de sentimientos. Seca. Dura. Fría. Y, a la vez, capaz de generarte una gran variedad de emociones. Miedo. Asco. Tristeza. Rabia...

Y no porque la historia sea excepcional. No. La historia podría ser el lugar común de muchas personas que han sufrido una guerra; de muchas infancias que han pasado hambre, que han sufrido violencia.

Para mí, la clave de "Claus y Lucas" es la genialidad de la narración. Cómo la autora transmite el vacío y dureza de la supervivencia, el daño irreparable del trauma. de una manera tan sencilla y enrevesada al mismo tiempo.

Y esa sensación al terminar el libro de quedarte en blanco. de no saber qué has leído. de necesitar un tiempo para digerirlo.

No he leído nunca (y aquí el "nunca" no es excesivo) ningún libro así. Y no sé si volveré a encontrarme con algo tan especial como "Claus y Lucas".

Sin duda, leeré más de Agota Kristof. Incluido la relectura de este libro. Lo siguiente "La analfabeta"... porque necesito conocerla más. Quizás como un intento vano de entender lo que no está escrito para ser entendido sino solo sentido.