Mi segundo libro de la autora después de "La analfabeta". al igual que este, no llega a las 120 páginas, pero es un libro que no te deja indiferente. En él, Ágota Kristóf, vuelve a retomar el tema del exilio para huir de la pobreza y el aislamiento social. Traslada, en la vida del protagonista, muchas de las experiencias por las que ella pasó en su vida personal. Me ha gustado cómo hace sentir al lector la falta de entusiasmo y de ganas de seguir hacía adelante del protagonista, cuyo único pilar para sostenerse y vivir, es encontrar a Lina (un amor idealizado de su infancia) |