En esta ocasión el autor nos presenta a Wallace un personaje con el que resulta difícil de empatizar. Vive por y para su trabajo , no muestra compasión por los demás y solo le importa su empresa y su imagen. Un día se ve desde fuera y se da cuenta que ha muerto, presencia su propio funeral y se da cuenta de lo que la gente opina de él. A partir de aquí tendrá que vivir el proceso al más allá y aunque él se niega a dejar el mundo de los vivos, todo lo que viene le enseñará a disfrutar de todo lo que no valoró antes. · Lo primero que quiero comentar es que no esperéis ni lo comparéis con ¨La casa en el mar mas azul¨ ya que os puede decepcionar. Este es un libro muy diferente aunque sigue tratando temas trascendentales como la muerte, la vida, disfrutar de los momentos a tiempo, darnos cuenta de como tratamos a los demás y un largo etcétera. Wallace es un personaje taciturno y complicado y no quiere aceptar su muerte esto hace que su evolución sea lenta y que en ocasiones sea bastante irritante. Me han encantado el resto de personajes y como ayudan al protagonista a pasar por ese trance, tanto Mei como Hugo me han parecido personajes clave en esta historia. Destacaría el gran cambio que presenciaremos en Wallace y la manera en la que habla de la muerte sin que resulte triste o dramático, solo centrándose en el mensaje. Como punto negativo diré que en ocasiones me resultaba un poco denso. . Es posible encontrar belleza en el caos si uno sabe dónde buscarla. |