La historia comienza presentadnos al personaje de Wallace Price, quien tiene en su despacho a su secretaria que entre lágrimas se queja de su vida, Wallace ha mandado a llamar a su secretaria porque cometió un error no hace mucho y ha decidido despedirla para que esto no vuelva a pasar, ella llevaba años en la firma y era la primera vez que cometía un error, lo que nos da la imagen completa de un hombre severo, obsesionado con el trabajo y terriblemente perfeccionista. Dos días después, en fin de semana, fallece de un paro cardiaco en medio de su oficina, Wallace se despierta y se da cuenta que está en su propio funeral y que nadie puede verlo, nadie excepto una extraña chica llamada Mei, quien le dice que ha venido por el para llevarlo a una linda tienda de té, el cual lleva por nombre El crucero de Caronteo, donde el dueño, Hugo, se presenta y le explica que esta es una tienda especial, pues representa el barco para cruzar al otro lado, haciendo que Hugo sea Caronte. Wallace al inicio no confía en nadie y no cree nada, pero poco a poco, con la ayuda de Mei, Hugo, el abuelo de Hugo, Nelson y su fiel perro Apolo ayudaran a Wallace en esta etapa de su vida. Nota importante es que tanto como Hugo y apolo son fantasmas que han decidido quedarse con Hugo. El libro toca temas muy sensibles como la muerte y los traumas que pasan tanto para los que se fueron como para los que se quedan. A medida que Wallace acepta su muerte y lo que esto implica, podemos aprender mucho nosotros, con una narrativa fácil y fantasiosa este libro nos deja un hermoso mensaje y una gran sensación al terminarlo. Como siempre un excelente libro del autor. |