La plaga blanca

La plaga blanca no es un libro sobre la tuberculosis; es un libro sobre la vida. En concreto sobre la vida de Chéjov, Kafka, Mansfield, Salvat-Papasseit, Éluard y Orwell unidas por el hilo invisible de una enfermedad. Plaga porque se contagia como una peste. Tanto, de hecho, que se aísla a las personas enfermas, se las destierra y se las condena al ostracismo. Y en ese confinamiento, los enfermos se marchitan y empalidecen. Por ello, se le denominada como «blanca»

Ada Klein Fortuny es escritora y una doctora experta en enfermedades infecciosas y ha querido unir literatura y enfermedad, en este caso la tuberculosis para dar una visión de cómo nos altera la enfermedad y las lecciones que podemos sacar de ello.

He de decir que la ilustración de la portada de Joan Fontcuberta y la sinopsis del libro me atraparon de inmediato, pero lamentablemente el contenido no me ha satisfecho del todo. Quizás la sinopsis me llevo a error y esperaba otro tipo de ensayo de corte clásico, pues por el contrario, Klein presenta un estilo más rompedor. Nos presenta anécdotas y hechos vitales de escritores reconocidos y su lucha con la tuberculosis, pero de un modo muy superficial. Se echa en falta más extensión y más enjundia, especialmente en la reflexión final. El dato de introducir fragmentos de cartas y diarios de estas relevantes figuras es una buena idea para contextualizar su época histórica y su momento vital en el que les asalta la enfermedad. Lástima que, como señalábamos, se queda prácticamente sólo en eso.

El libro cuenta con el prólogo de la filósofa Marina Garcés, que nos habla de dos pandemias, la tuberculosis y la actual covid-19 las enfrenta y compara, dando unas reflexiones interesantes.

En conclusión, «La plaga blanca» es una obra con una buena premisa, pero regularmente ejecutada. No obstante, se trata del debut literario de la autora y confío en que sus obras venideras sean más elaboradas.

La plaga blanca" es un ensayo escrito por Ada Klein, pseudónimo bajo el que se oculta una doctora experta en enfermedades infecciosas. Según explica en su “no-prólogo”, su intención al escribir este libro es la de dar a conocer la actitud vital que seis famosos escritores tomaron al enfermar de tuberculosis. Para ello, la autora se sirve de documentos personales como cartas y diarios que irá compartiendo con nosotros a lo largo de la obra (muy recomendable buscar imágenes de las personas y lugares que se van nombrando).

El libro es interesante porque nos acerca a las vidas de autores de la talla de Paul Éluard, Joan Salvat-Papasseit, Franz Kafka, Katherine Mansfield, Anton Chéjov o George Orwell, mostrándonos como, a pesar de ser muy diferentes y afrontar la enfermedad desde puntos de vista distintos - resignación, pesimismo u optimismo -, ninguno de ellos perdió nunca las ganas de vivir y de curarse: "en un cuerpo atrapado, la mente nos salva".

El planteamiento del ensayo me llamaba mucho la atención, pero debo decir que me ha decepcionado un poco. Esperaba que Klein, como especialista, profundizara en la enfermedad, y en las interesantes cuestiones que la filósofa Marina Garcés apuntaba en el prólogo, realizando una comparativa entre la epidemia de la tuberculosis y la pandemia del Covid-19 y sobre cómo la sociedad actúa ante los enfermos y ante sí mismos. Sin embargo, muchos capítulos se limitan a proporcionar datos biográficos para acabar, simplemente, dando cuatro pinceladas de su relación con la infección.

Si bien he echado de menos más profundidad y el tono de la autora no me ha acabado de convencer – en algunas ocasiones se pasa de coloquial -, sí recomendaría “La plaga blanca” a todas aquellas personas que sientan interés por la vida de estos autores porque Klein ha hecho una gran labor de investigación y recopilación y proporciona datos muy curiosos no solo de ellos sino también, por ejemplo, de los numerosos sanatorios para tuberculosos que había en Suiza a principios del siglo XX y que actualmente están reconvertidos en hoteles de lujo.

La plaga blanca es un ensayo muy interesante sobre la enfermedad y el paciente. Nos habla de varios personajes históricos que dedicaron su vida a la escritura y su actitud ante un diagnóstico que en su época era prácticamente una sentencia de muerte. A algunos los conocía y otros apenas solo de nombre, pero lo que nos cuenta la autora en el libro ha hecho que tenga ganas de leer más sobre ellos y sobre todo, de leer su obra.

La estructura del libro es muy curioso, nos habla de la persona en cuestión citando parte de su obra o de su correspondencia y al final de la parte correspondiente nos deja algunos fragmentos de cartas.

El estilo me ha gustado, el lenguaje de la autora es muy cercano y se dirige continuamente al lector, consiguiendo mantener la atención en todo momento. A pesar de no conocer a los autores o sus obras o nada de la tuberculosis, lo hace bastante comprensible, explicando las relaciones o el contexto histórico en cada momento.

Algo que no me ha convencido es que me esperaba una reflexión más amplia sobre la enfermedad y la influencia en las personas y menos de sus aventuras o desventuras. Esa reflexión está, pero se me ha quedado un poco corta. No descarto que con una relectura consiga yo sacarle más provecho, al haber sido esta en cierta manera la primera toma de contacto con los personajes de los que nos habla.

En definitiva, un libro muy recomendable, adecuado además a la situación actual, muy cercano y comprensible. Un debut muy bueno de la autora, que promete mucho.