Misery

Este es el segundo libro del autor que leo y me gustó y me perturbo mucho más que el anterior.

En este libro se nos presenta a Paul un escritor reconocido y a Annie, su fan número uno. A pesar de que no parece una premisa alarmante, está novela es todo lo opuesto a una historia alegre. Los caminos de Paul y Annie se cruzan cuando él sufre un accidente automovilístico y ella lo "rescata" llevándolo a su hogar y curándolo ella misma.

En un principio no se llega a percibir lo desquiciada que está nuestra protagonista, hasta que cada vez, día a día le demuestra a nuestro escritor capturado lo que es capaz de hacer.

Este libro, como el anterior que leí del autor, Cujo, maneja el terror y los nervios a través de la ausencia. Si, hay escenas terriblemente explícitas y dolorosas, pero cuando peor la pasa el lector, al menos en mi caso, es en esa sensación de que alguien está al acecho, de que en cualquier momento aparezca la villana y sabemos de lo que es capaz y eso genera terror, nervios y ansiedad, al igual que le sucede a Paul.

Me gustó muchísimo está historia, está tan increíblemente lograda que termine con escalofríos y sin poder quitarme de la cabeza a Annie y con ganas de leer las historias de Misery que tanto la obsesionaban y que tanto hicieron padecer a Paul.

Entre ambos personajes se generan una simbiosis, que hacen que en la historia no sea necesario nada más que ellos dos. Lo que es raro tratándose de la historia que se trata.

Annie es perturbadora de principio a fin, tantos sus ataques de locura, como sus momentos supuestamente dulces hacía Paul, como sus palabras justificando sus accionares. Me pone la piel de gallina.

El libro genera claustrofobia y no creo que sea para todo el mundo, pero para los interesados en leer a este autor y quiénes les gusta el género, lo recomiendo.