Laurie

King, el rey del terror, nos demuestra con este relato, que también puede crear historias tan bonitas con Laurie.

Se nos presenta a Lloyd, un hombre que después de quedar viudo pierde la alegría y el interés por la vida. Tras varios meses, su hermana le obsequia con una bonita cachorrita para hacer que la vida de Lloyd cambie. Así es como Laurie, la pequeña bolita de pelos, entra en su vida para ponerla un poco patas arriba.

Una historia cortita que no llega a las 50 páginas en la que Stephen King refleja el amor por los animales y la superación ante la pérdida de un ser muy querido.

Me ha gustado mucho como está narrado este pequeño relato. Es muy simple de seguir, sin ninguna trama complicada en la que se nos muestra el día a día de nuestros protagonistas. Eso sí, estamos hablando del señor King, por lo que no podía faltar una escena de acción tan característica a la que nos tiene acostumbrados.

En términos generales, ha sido una lectura que he disfrutado mucho y la cual recomiendo sin dudar.

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