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Hace tiempo oí hablar de este libro y me dieron muchas ganas de leerlo porque me recordó a películas como “Danzad, danzad malditos” o “El gran sueño americano”, distopías en las que, para ganar un concurso, no podías parar de bailar o dejar de tocar un coche. En este caso, lo que no puedes dejar de hacer es caminar, pero lo que diferencia este libro de los otros casos es que aquí, si te paras, mueres. Nada más empezar el libro hay una breve explicación en la que se nos dice que esta obra fue escrita por King bajo el pseudónimo de Richard Bachman, aparentemente sin más motivo que podría parecer que el número de obras que escribía anualmente era demasiado elevado (y, digo yo, quizás alguien pudiera acusarle de tener a alguien trabajando para él). Este detalle no tiene mayor importancia, pero me pregunto por qué esta fue una de las obras que decidió publicar con otro nombre. Alejándonos un poco del King que más conocemos, de puro terror, en este caso se trata de una obra que se mueve en una atmósfera de presión, en la que sabes que va a pasar algo pero no cuándo ni cómo. Cien jóvenes estadounidenses de 18 años han sido seleccionados para participar en la larga marcha, un evento de fama nacional cuyo primer (y único) premio es poder pedir lo que desees. La cuestión es que tan solo una persona puede terminar la marcha, y aquellos que no puedan continuar serán eliminados. Si bien no se llega a explicar en ningún momento cómo se puede permitir que exista algo así, parece que EE.UU. es un país gobernado por el ejército, por lo que esta demostración de fuerza supone un gran honor. A lo largo de la narración conoceremos las motivaciones de algunos de los participantes y sufriremos junto a ellos los achaques físicos y desvaríos mentales motivados por caminar durante días sin poder parar. Lo más interesante de la obra es el enfrentar a los personajes a un final que está próximo, ver cómo lo toma cada uno y las relaciones que se establecen entre ellos. Y, aunque pueda parecer un tema denso, la aproximación por parte de King es más bien liviana. Lo único que no me ha gustado es la sensación de repetición que da, pero creo que es algo inevitable por su propia temática. En cualquier caso, me parece una lectura entretenida para el verano. |
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