La larga marcha

100 adolescentes deben marchar sin descanso a una velocidad no inferior a los 6'5 km/h, si bajan de esta velocidad más de tres veces, digamos que no vuelven a ponerse en pie nunca más...
Un grupo de adolescentes que compiten entre ellos hasta que solo queda uno vivo; os suena ¿verdad? Hace ya cuarenta años, Stephen King pensó en esa posibilidad, escribió un libro y lo publicó bajo el pseudónimo de Richard Bachman.

En él vemos la "competición" a través de uno de sus participantes. Gracias a ello, conocemos a los otros 99 (bueno, a una parte de ellos) y lo que les motivó a participar, sentimos su cansancio y en muchas ocasiones su angustia ante lo que se enfrentan...

Stephen King es capaz como ningún otro de meternos en la piel de sus personajes y aquí lo he experimentado en muchas ocasiones y a pesar de estar en mi cómodo sillón mientras leía, sentía el cansancio, hambre, sueño, miedo,... que sentían.

Pero el libro no es solo eso. Bajo el pseudónimo de Bachman, King escribió libros que se salían de su estilo habitual y de paso lanzaba una crítica a la sociedad. Porque ¿en qué clase de personas nos hemos convertido si disfrutamos del sufrimiento ajeno? En la marcha, los espectadores se agrupaban a ambos lados de la carretera. Deseaban ver a alguien caer, apostaban por sus favoritos y les vitoreaban. No estamos muy lejos de ello.
De paso, el gobierno de esa sociedad distopica consigue que la población no le cuestione un tiempo al estar "entretenida". Dale a la gente algo interesante y se olvidará de los problemas que hay a su alrededor....