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Un libro escalofriante y oscuro que te atrapa. En este thriller vamos a conocer la dura investigación que se produce tras el asesinato de un niño de once años que aparece muerto en claras circunstancias que apuntan e incriminan al ejemplar ciudadano y entrenador de la liga infantil de Flint City, Terry Maitland. Desde la visión del investigador Ralph Anderson en muchos fragmentos, somos participes de esenciales interrogatorios, sospechas y pensamientos que nos llevan a posicionarnos entorno a la gran cuestión de este libro: ¿Fue él el asesino, o las pruebas a veces mienten? Tras cada página el lector se ve inmerso en un mundo oscuro tan propio del terror de Stephen King. Cada testimonio resulta importante, y los detalles, por simples que parezcan, aún más. El único inconveniente en todo el libro aparece cuando se alcanza ese punto escalofriante en la trama y el desenlace se vuelve un tanto previsible y no tan sorprendente cómo parecía resultar al iniciar la lectura. En general ha resultado ser una cautivadora historia de terror que aunque al principio parecía imposible de resolver, con cada capítulo, todos y cada uno de los entramados han encontrado su respuesta hasta llegar a su final. |
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