El visitante

La imaginación de Stephen King no tiene límites... Por lo que sin duda su imaginación es capaz de plantearnos una brillante novela en la que un joven de 11 años, Frank Peterson, es brutalmente asesinado de la manera más macabra posible. Aparentemente el autor de dicho crimen es Terry Maitland, entrenador en la liga infantil de Flint City, profesor de literatura, marido ejemplar y padre de dos niñas; una persona intachable. Pero las pruebas apuntan claramente a que él es el asesino, por lo que Ralph Anderson y sus agentes no dudan en detenerlo públicamente en pleno partido de béisbol. Todo parece resuelto, un asesino a la cárcel y punto, pero no; las cosas se tornan extrañas, y en cierto modo paranormales, cuando Terry presenta una firme coartada, respaldada por la palabra de gente que estuvo con él en el momento del asesinato y grabaciones que lo corroboran. ¿Cómo es posible todo esto? ¿Terry estuvo en dos sitios a la vez? Y si es así, ¿cómo es eso posible? Pues bien, esto es lo que nos plantea Stephen King con ésta novela.

La trama comienza desarrollándose sin percance, fluidamente y de manera natural, como se llevaría un caso de asesinato, con sus respectivos interrogatorios, que hacen a la novela, ciertamente, más verosímil. A partir de la mitad del libro, Stephen King comienza a enredar mucho las cosas, generando demasiados conceptos para páginas insuficientes. Considero que se complicó un poco a mediados de la novela y quizá por eso tardé bastante en leerla.

El protagonista, Ralph Anderson, está muy bien desarrollado. Se exponen sus sentimientos y sus pensamientos de una forma tan natural, que al igual que la manera de llevar el caso del asesinato, hacen más verosímil la novela. Stephen King es capaz de hacer que pase de odiar a los personajes, a estimarlos y otorgarles mi aprecio, eso es lo que pasó en ésta novela. La manera que tiene de introducir un personaje y su manera de pensar, y que tras los acontecimientos finales haya conseguido cambiar tu opinión respecto a él, no deja nada que desear respecto al punto de los personajes.

El final, a decir verdad, lo considero mediocre. Las expectativas que me creó el desarrollo de la novela, no se vieron abastecidas completamente con el final, algo insulso. No es que esté mal el final, sino que confié en que fuera igual de trepidante y perturbador que el resto de la novela.