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Como siempre es un gustazo leer las historias de King, y más en esta época. La protagonista de esta historia, Jessie, ira a pasar un fin de semana a la casa de campo que tienen ella y su marido Gerald. al llegar, este le tendrá preparado un juego erótico que acabará en catástrofe. Jessie tendrá que luchar por su supervivencia. Lo mejor de la novela sin duda es la trama en sí. La idea me gustaba mucho, y creo que, en parte, está bastante bien llevada. El tira y afloja psicológico que sufre la protagonista me pareció de lo más interesante. Siempre disfruto mucho esos libros donde se aprende del comportamiento humano ante un trauma vivido. Y este libro tiene bastante de eso. Los recuerdos que constantemente vienen a la mente de la protagonita, y como ella lucha por olvidarlos, aceptando en el camino cosas que jamás había aceptado, me parecieron el punto fuerte de la novela. ¿La parte mala? Creo que podría haber sido un poco más corta, y quizás así se hubiera relajado la sensación de lentitud en la trama. Normalmente disfruto mucho de las novelas pausadas, en las que las cosas pasan a un ritmo más realista, por eso no me ha terminado de fastidiar que fuese muy lenta. Pero si es verdad, que a veces daba demasiadas vueltas a la misma situación, y caía en repeticiones innecesarias. Nuevamente me encuentro ante un libro de King, que si bien no es redondo, tampoco se encuentra en la parte baja de su obra. Digamos que en la mitad tirando para arriba. |
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