El juego de Gerald

No siempre hacemos relecturas de libros que nos han enemorado. A veces, intentamos darle una segunda oportunidad a un libro pensando que tal vez no lo leímos en el momento apropiado. No fue mi caso. Debería haberlo sabido porque lo recordaba bastante bien a pesar de haberlo leído hace mucho, mi mente es así: le gusta más que recuerde los malos momentos que los buenos...

El libro empieza muy bien, creo que tal vez demasiado. En poco más de 50 páginas tenemos una damisela en apuros al encontrarse esposada a los barrotes de la cama sin nada que la cubra salvo una braguita de biquini, con su marido muerto en el suelo y las llaves de las esposas lejos de su alcance. No hay nadie en las cercanías de la casa en la que todo esto transcurre y la angistia no puede ser mayor. Una vez leída esta soberbia introducción en la historia, King me perdió en una de las mil ramas en las que se enreda. Ramas que me desligaron de la historia y hacían que no me interesase demasiado lo que iba a pasar. Que sí... que lo sabía... pero en su día me sucedió lo mismo: leía sin demasiadas ganas, aunque al menos tenía la esperanza de que la situación cambiase...

Creo que le sobran páginas (y eso que no es un tochoking), en formato novela corta habría estado mejor porque no se habría extendido en historias del pasado que, aunque no estaban mal, además de ser más extensas de lo necesario, sobraban. Como siempre, desde mi punto de vista ¿eh? Pero se supone que si introduces una historia del pasado que tiene nada que ver con lo que está sucediendo, que al menos aporte algo interesante sobre la personalidad del personaje o que pinte algo en el futuro de la trama ¿no?

Mi otro problema fue Jessie, la protagonista, con la que no llegué a empatizar y a la que no me importaba demasiado lo que le pasase (aunque esto últimoya lo había mencionado). Me parece un personaje que King pretendía que fuese fuerte (de ahí la historia del pasado), pero comparado con otros a los que le ha dado vida se quedaba muy, pero que muy corto...

Lo dicho, un libro que a pesar de ser de los imprescindibles para muchos, ha vuelto a pasar por mis manos sin pena ni gloria y sigue permaneciendo en la parte baja de mi ranking personal del rey...