 |
Por fin tuve la oportunidad de leer esta obra tan reconocida y aclamada de Stephen King. Fue parte de la lectura del mes de agosto en el podcast literario en el que suelo participar (Adictos a los Libros) y he de confesar que mis expectativas eran demasiado altas debido a la enorme cantidad de buenos comentarios que había leído y escuchado. Mi ejemplar es la edición de bolsillo que lanzó hace años la editorial Penguin Random House en México y fue un regalo que me hicieron mis alumnos de universidad, así que lo conservo con mucho cariño. En esta época del año se antoja leer historias macabras, paranormales y sobrenaturales o bien, cualquier libro de Stephen King, el maestro del terror. La historia empezó muy bien, conocemos inmediatamente a los personajes y a la carretera maldita que tantas vidas de animales ha cobrado. Avanzamos un poco en los capítulos y vamos a conocer por fin el cementerio de animales. Las tumbas de las mascotas llevan muchos años y ese detalle me llamó bastante la atención e incrementaron mis ganas de seguir avanzando con la lectura aunque siento que King se va mucho por las ramas… La muerte es un tema que a muchos les causa pánico, terror y prefieren no hablar de tal asunto con nadie, tal parece que no existiera o que son inmortales, recordemos que tarde o temprano a todos nos llegará la hora de partir y no solo a nosotros, también a nuestras mascotas. Mientras avanzaba en la lectura recordé a mis gatos y perros que lamentablemente murieron hace algunos años y llegué a cuestionarme si haría hasta lo imposible por regresarlos a la vida, o bien, a algún familiar. La respuesta es un rotundo no. Todos tenemos un ciclo y hay que aceptar que estamos de paso por el mundo, además, no sería algo natural, sería muy obvio pensar que traería una consecuencia y más o menos de eso va este libro de Stephen King. La premisa es sumamente interesante, nos ofrece un tema novedoso, o tal vez en aquellos años en que se lanzó la primera edición de la novela, en la actualidad sea muy trillado eso de regresar de la muerte, aunque King tiene su propio estilo y manera de cautivar y mantener atento al lector. Si a esta historia le quitamos unas 150 páginas de relleno sería el libro perfecto. Por eso decía que Stephen King se va mucho por las ramas, nos llena de detalles y situaciones innecesarias para la trama dejando de lado aspectos relevantes o más interesantes, como por ejemplo, el Wendigo. Me quedé con ganas de leer más de él, aunque lo perdono porque hubo unos pasajes muy tenebrosos en los que mi imaginación voló y pude sentir al mismo demonio o a las fuerzas del mal haciendo de las suyas. Punto para King. El libro me gustó, he leído relativamente poco de Stephen King así que no puedo juzgar si en mi opinión es de sus mejores obras pero si puedo decirles que la historia es muy buena e interesante. No ha sido mi lectura favorita del año pero lo he disfrutado mucho. ¿Cumplió mis expectativas? A medias, pero si les diré que las últimas páginas las gocé al máximo y el final es digno de un largo debate. Un libro lleno de sangre, muerte, terror y locura. Aprovecha que halloween está a la vuelta de la esquina y entra al cementerio de animales. |
>
