Un relato corto donde el maestro va directo al grano y firma una obra más que notable. Stephen King compone un cuento macabro, intenso y frenético a raíz de lo cotidiano, como si de un arranque de Murakami se tratara, donde una mueca, una mancha roja en la camisa o una sonrisa siniestra creara un mundo inesperado. El planteamiento de un divorcio y el abatimiento de la pérdida nos hace empatizar con su protagonista, el "mono" del tabaco se torna en catarsis donde la esperanza y el terror se aúnan en una historia cargada de adrenalina. Un relato que merece la pena ser descubierto sin conocer mucho (mejor nada) de él. |