Un thriller entretenido pero quizá un tanto olvidable. Si bien en todo momento estuve súper metida en la historia, el final me decepcionó un poco pero creo que fue una cuestión de gusto. Sin querer revelar nada, puedo decir que esperaba que la resolución del conflicto fuera un poco más retorcida y los villanos más enfermos, y pues nada, todo resulta muy aterrizado. Pero bueno, creo que eso dice más de mí que de la historia. Me ha gustado el punto de vista dual de los personajes principales (Wren, una de las chicas que ha vivido recluida en una cabaña con su madre y hermanas y Nicolette, una socialité que al no tener nada que hacer, se la pasa sospechando del marido). La verdad que ya iba a la mitad del libro y no tenía idea cómo sus historias se iban a cruzar, pero vaya que me ha gustado como la autora hiló la trama. Siendo honesta, la novela no aporta nada nuevo al género pero vale la pena para desconectarse del mundo y pasar un buen rato.
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