Hacía mucho tiempo que quería leer este libro. Es de esos de los que, aparte de haber leído muy buenas opiniones, tienes la intuición de que te van a gustar. Lo que no esperaba es que fuera a hacerlo tanto. Transmite tanta emoción, tanta rabia e impotencia... es imposible que te deje indiferente. Y más sabiendo que está basado en hechos reales y que la protagonista existió. Agnes Magnúsdóttir fue la última mujer decapitada en Islandia, en el año 1830, acusada de asesinar a dos hombres y provocar un incendio de forma premeditada. La autora hace un impecable trabajo de investigación y documentación y reconstruye su historia aportando datos reales, pero más allá de eso nos presenta la vida de Agnes de una forma más humana y cercana. Nos adentra en la mente de la mujer, en sus recuerdos, emociones y pensamientos, los de una persona sentenciada a muerte, de una manera tremendamente empática, es brutal. Y también en los de la familia que la acoge mientras llega el momento de la ejecución, el retrato costumbrista, social y legal es igualmente perfecto. Sabes desde el principio lo que va a pasar, cómo va a terminar todo, y aún así te tiene enganchada en todo momento. Eso es algo que considero muy difícil de conseguir, pero lo hace con creces. Y cuando ves que ya no se puede alargar más, que el instante que temes es ya inminente, y te preparas... asistes a un último capítulo que te desarma del todo. Es simplemente brillante. No puedo hacer más que recomendarlo, sin duda va a estar entre mis mejores lecturas del año. |