La prisionera de oro

Tenía muchas ganas de comenzar con esta nueva saga de fantasía que todo el mundo recomendaba. Ya me habían avisado de que este primer libro es bastante introductorio y que puede decepcionar un poquito, pero todo se explicará mejor en los siguientes libros. al final es lo que ocurre últimamente con las sagas de fantasía, el primer libro siempre es introductorio.
Bueno, al lío.
Auren vive en el Sexto Reino de Orea, en el castillo del Rey Midas en Highbell. Auren es una mujer con una característica muy distintiva del resto, su piel es dorada, su pelo, sus uñas, toda ella es dorada. Y es la montura favorita del Rey Midas. Midas ha mandado construir una jaula dorada que ocupa casi toda la planta superior del castillo para que ella pueda moverse, pero sin que nadie pueda tocarla nunca. Sólo él puede tocarla cuando le plazca.
Auren vive su vida como una prisionera, la prisionera con más privilegios que os podáis imaginar, hasta que su burbuja estalla cuando el Rey Midas la ofrece al Rey del Quinto Reino, a cambio de su ayuda en la guerra contra el Cuarto Reino.
Auren se siente traicionada, no entiende por qué su rey, amante y amigo la puede vender de esa forma tras tantos años juntos. Y aquí es donde todo comienza a torcerse en su vida, hasta el momento monótona y tranquila, atrapada dentro de su jaula dorada.
Este libro contiene escenas de violencia y abusos, por lo que hay que entrar preparados. Siento que falta mucho por decir, que Auren debe empezar a despertar del letargo en el que ha vivido los últimos años.
Quiero desenmascarar a Midas, quiero saber que oculta, y cómo consiguió convencerla para encerrarla y que viviese de esa forma durante diez años.
Quiero seguir leyendo estos libros.