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Conocimos a Elisa en la primera parte de la biología. La abogada implacable, metódica, la mujer de hielo, la que nunca, jamás, llora. La que tenía el resto de su vida totalmente planificada hasta que ¡Ups! Su perfecto novio le pone la cornamenta del siglo. Pero no-pasa-nada. Siempre le queda el trabajo como puerto seguro, al menos hasta que le asignan un divorcio conflictivo y Jack (el abogado contrario) entra en juego. ❤Jack-debería-ser-ilegal es de esos protagonistas masculinos que me chiflan. Sarcástico, inteligente y ocurrente, capaz de sacar de sus casillas a Elisa con su sola presencia. El típico no-voy-a-volver-a-enamorarme porque cuando lo hice me salió mal (menuda pajarraca, por cierto... ) pero ya se sabe que las cosas no siempre ocurren como uno espera. Y ahí está la gracia. 🌟 La evolución de Elisa con respecto al primer libro ha sido brutal, reconozco que no era santo de mi devoción pero me he reconciliado con ella en esta segunda parte, que tiene mucho más salseo que la primera. Mención de honor para unos secundarios geniales que también vivirán sus propias historias. |
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