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"Leer un buen libro es casi comor estar en la luna. Durante esos instantes, mientras te sumerges entre las páginas, dejas de tener los pies en la tierra, viajas lejos, a otros lugares, a otros mundos, a otras vidas…". Eso sentí yo en cada página de este precioso libro, que estaba colgada en la luna. Alice Kellen me atrapó desde el primer instante, primero con esa magnífica portada y ese título que engancha. Después con la preciosa historia que vamos conociendo de Rhys y Ginger, una historia que empieza de una forma muy peculiar en la que vemos a dos desconocidos sintiéndose juntos como grandes amigos, para ir viendo cómo ese sentimiento evoluciona en algo mucho más grande e intenso con el paso de los años. Este libro habla del amor, la confianza, la lealtad, el sentirse orgulloso de la otra persona, el acompañar al otro en su lucha por sus sueños y a que todos evolucionamos en esta vida, cada uno a su ritmo, pero evolución al fin y al cabo. Pd: Por culpa de este libro estoy como loca por viajar a París!! |
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