Nosotros en la luna

Leer a Alice es refrescar el alma.
Sus historias son tiernas, dulces y duras y amarga a la vez.
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En este caso tenemos a Ginger y a Rhys.
En el lugar menos esperado, peleando con una máquina del metro, Ginger conoce a Rhys.
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Rhys, el chico sin rumbo fijo, conoce a Ginger cuando ella intenta huir de todo lo que se espera de ella.
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En ese momento no imaginan que sus vidas se unirán para siempre.
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Ella vive en Londres, él dónde le lleve el destino.
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Me gusta mucho cómo Alice entrelaza sus vidas, cómo sus historias no son idealizadas ni rápidas ni empalagosas.
En este caso, la historia se desarrolla a lo largo de muchos años, donde vamos a ver cómo se desarrolla cada personaje, cómo se van conociendo a ellos mismos.
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La verdad que siempre me saca una sonrisa y me hace reflexionar en algún punto.
Por ejemplo, ¿eres tú mism@ o lo que se espera de ti?