Nosotros en la luna

Este es mi libro preferido de esta escritora, y eso que Alice Kellen tiene una pluma magnífica, pero me quedo con lo que me fue transmitiendo mientras lo iba leyendo.
La historia es muy sencilla, Ginger que realiza un viaje relámpago a París y la de Rhys, que en ese momento reside allí aunque solo de paso. Una huyendo del desamor, él huyendo de sí mismo.

Antes de marcharse y tras pasar una noche especial donde Rhys le muestra donde vive, en una pequeña buhardilla y donde juntos "contemplan la luna, así sin más, uno al lado del otro" y donde desde ese momento la luna siempre les acompañará, es "su nexo de unión, su frase especial" su recordatorio constante de que fue algo REAL, ESPECIAL Y MÁGICO.

Ambos vuelven a sus vidas cotidianas, y deciden mantener su amistad mediante la escritura de mails donde se cuentan su día a día, las cosas que le gustan, sus vivencias , sus metas, sus sueños...todo lo que a lo mejor ni siquiera le contarías a tus amistades más cercanas, provocando que su relación se vaya haciendo más grande y especial y que cada vez sientan la necesidad de saber más el uno del otro.

Me gustó la originalidad de los mails entre los personajes, me parecieron muy bonitos, sinceros, emotivos, graciosos, de todo un poco, pienso que es un "plus" en la lectura, a mi desde luego me encantaron.

La vida sigue pasando y Ginger y Rhys empiezan a verse personalmente, en especial cuando Ginger visita a Rhys a Ibiza y eso provoca "un antes y un después" en su relación, ya que cuando están allí juntos y llega el momento de la despedida ambos se dan cuenta que la relación ha cambiado, que ellos han cambiado, han ido madurando con el tiempo pero como todo en la vida las cosas pasan cuando tienen que pasar, Ginger piensa que con todo lo que ha conseguido con su esfuerzo, dedicación, etc...y decide marcharse para conseguir sus metas, esas que a veces están tan cerca y a veces están tan lejos...

Rhys también consigue tener muchos éxitos, no deja de viajar y de dar tumbos por la vida, huyendo de sí mismo, donde a pesar de tener muchas amistades, muchas de ellas tóxicas, que no le benefician, él sigue su vida de trabajo, diversión, fiestas, drogas, hasta un punto de que le puede costar la vida.

Me pareció un libro precioso, donde te das cuentas que los protagonistas se conocen de casualidad y en un momento muy joven de sus vidas pero con el paso del tiempo ya no pueden ignorar lo que sienten el uno por el otro, donde si eres capaz de ir hasta donde está la persona a la que amas ya no hace falta nada más, solo eso, aceptarte a ti mismo, saber perdonar, en el caso de Rhys, con los conflictos que tuvo con su padre y que al final llega a a perdonar y es lo que consigue que quiera seguir hacia adelante con su vida, "sentar cabeza" porque Ginger realmente merece eso y mucho más, y que ella también está dispuesta a ayudarle porque le comprende y lo quiere.

Muy emotivo sobre todo al final, una montaña rusa de emociones, en las que no puedes dejar de llorar, leyendo las cosas tan preciosas que Rhys le va confesando, "abriéndose" como nunca con ella, contándole todo su dolor, sus miedos, lo perdido que se siente sin ella....MADRE MÍA, me sentía muy identificada con la historia porque me recordaba a cosas que me pasaron a mi misma, por eso entendí a la perfección todos esos sentimientos que giran a su alrededor, que te trasmite tanto que resulta doloroso...

Lo recomiendo totalmente porque todos tenemos alguna historia que cuando la recordamos nos traslada ahí, a la luna junto con Ginger y Rhys.