El día que dejó de nevar en Alaska

Hoy vengo con una reseña de un libro que me ha tocado el corazón por completo, en los días que he estado con su lectura prácticamente no quería hacer otra cosa, nada más que seguir leyendo la historia de Heather y Nilak, esta autora cada día no deja de sorprenderme.



La narración que nos encontramos es en primera persona, una de las grandes facilidades de esta forma de narrar la historia es la gran empatía que he podido llegar a tener con la protagonista, ella nos cuenta todo a través de una lectura sencilla, ágil y para nada pesada que hizo que me enganchara a su vida desde las primeras páginas. Ella no nos contará todo desde un principio, como si fuera una amiga a la que acabamos de conocer y la que poco a poco cogemos confianza y nos va contando sus secretos y su pasado. Además de ella también iremos descubriendo a través de las páginas de un diario la historia de Annie, una chica que nos relata como es su primer amor, pero no diré de quién se trata esta chica, al final del libro lo descubriremos. Además también tendremos la intriga por saber que esconde Nilak y su oscura y hosca personalidad.



La ambientación es una maravilla, quitando que me encantan los paisajes con nieve y lagos turquesas, tengo que decir que será difícil que nadie se sienta indiferente ante tanta belleza. La autora nos describe los países de una forma sumamente sencilla y de una manera especial que sentí que estaba con Heather allí, disfrutando de los primeros copos de nieve del invierno y sobre todo de la belleza y singular amistad de unos perros que me enamoraron. Tengo que admirar la belleza y las ganas que tengo gracias al libro de visitar Alaska, un estado que pese a no ser para mi indiferente no llegué a plantearme visitar, aunque puede ser que nunca llegue a hacerlo, pero sé que cuando escuche su nombre recordaré con cariño esta historia y sus paisajes invernales.



La parte de romance es algo que me ha gustado mucho, nos encontramos ante un romance que se cuece a fuego muy lento, he podido saborear cada instante de frustración por parte de los personajes, y cada dolor que sufrían. Los dos están rotos por dentro, de una forma u otra son reacios a dar rienda suelta a lo que sienten y veremos como poco a poco van cambiando y lo he sentido todo, cada palabra y cada instante en el que estaban juntos. El romance no es el gran pilar de la novela, sin duda es la de sortear los obstáculos que la vida nos plantea, y cómo debemos superarlos aunque sea lejos de nuestros seres queridos. Hay acontecimientos que hacen que no puedas cambiar lo que ha pasado, pero otros podemos cambiarlos por situaciones en la que nuestros recuerdos no se borren, pero podamos hacer otros nuevos mejores.

Tengo que comentar que sin duda los personajes son los que han hecho de esta lectura algo maravilloso y que me llegara tanto. Primero tenemos a la protagonista, algo insegura por cosas que le han ocurrido en el pasado, pero con buen carácter y aunque sin ella darse cuenta una buena personalidad. Nilak es oscuro, callado y muy hosco, pero al que le cogí cariño desde un principio, porque pese a dar la sensación de ser muy huraño siempre ayuda cuando se necesita y no se echa a un lado ante los problemas. John es un hombre hecho allí en Alaska, es rudo y fuerte, pero con un corazón que no le cabe en el pecho, se encarga de la cría y adiestramiento de los perros para las competiciones de trineos y Canicross, y es el primero en ayudar a Heather en lo que necesite, formando una amistad irrompible. Caos sin duda ha sido mi favorito, y es que este adorable perrito me enamoró por completo con su pasión y amistad con Heather, es un compañero inseparable que nos regala las mejores escenas del libro. Seth y su novia, además de la abuela de esta, han sido personajes entrañables y un apoyo muy grande para la protagonista, todos me han calado muy hondo. Todos ellos son la gran base de la novela y todos ellos me han gustado por igual, están perfectamente definidos y sus personalidades son su gran característica.



Una vez que llegué a las últimas páginas del libro me sentí bien por un final con epílogo que me ha gustado muchísimo, pero por otra parte me he sentido que no quería dejar a estos personajes y sus historias, quería más y no es porque la autora nos haya dejado cabos sueltos, para nada, es porque me ha maravillado y sorprendido mucho, y eso hace que eches de menos una lectura qué para mí ha sido insuperable. Recomiendo totalmente este libro a los que os gustan las historias de amor, de amistad y sobre todo de superación, se que a muchos de vosotros os llegará la historia de Heather y Nilak a haceros reír y llorar tanto como a mi.
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