El día que dejó de nevar en Alaska

Si te gustan las historias bonitas y contadas con mucha sensibilidad, sin duda tienes que leer a esta autora. No se cuántos libros he leído de ella, 6 o 7 y aunque algunos me han gustado más que otros, todos tienen su encanto.

Este que os traigo, es uno de los conocidos y uno de los favoritos en general. Creo que esto ha hecho que fuera con las expectativas excesivamente altas. ¿Me ha gustado? Sí, no puedo negarlo, pero esperaba inundarme con sensaciones y no ha sido así. Quizás no he llegado a entender a Nilak (prota masculino) ni he empatizado del todo con Heather (prota femenina). Me han gustado mucho más los personajes secundarios: el vecino gruñón, la abuela inuit, Caos (sin duda mi favorito), los amigos etc

Los cierto es que el trasfondo de la historia es interesante:

· Heather tras “algo” que ha pasado en su vida, sale huyendo de su San Francisco natal para recaer en Inovic lake un pueblecito de pocos habitantes ubicado en la inhóspita y fría Alaska. Allí será acogida como una más por unos habitantes adorables.

· Nilak, enigmático y hermético, borde como el sólo y con un corazón aparentemente frío como el lugar en el que vive.

Intercalado con la trama principal conoceremos por medio de las páginas de un diario la historia del primer amor de Annie.

Los escenarios son brutales, con nieve y sin ella, la incógnita de que pintan los diarios se mantiene hasta prácticamente el final y aunque un giro se veía venir, hay otro que me ha encantado.

En general, aunque sea un libro que no me ha llegado todo lo que me hubiera gustado, creo que va a gustar a cualquier amante de la romántica, no tiene relaciones tóxicas y la evolución de los personajes es muy destacable.