El día que dejó de nevar en Alaska

A pesar de no ser mi género preferido, he de reconocer que leer a Alice es como recibir un soplo de aire fresco cargado de mucho buen rollito y reflexiones muy buenas.
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En este caso nos encontramos ante una historia de superación y conocimiento de uno mismo.
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Por un lado tenemos a Heather. Una muchacha que huye hacia ningún lugar concreto.
Por otro lado, a Nilak. Un chico con el corazón de hielo.
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Ambos están luchando contra un pasado que les ha marcado y que les ha hecho dudar hasta de ellos mismos.
Pero no hay nada como encontrarte con otra alma perdida para emerger de la oscuridad.
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Me ha gustado muchísimo el desarrollo de la historia pero lo que más me ha gustado ha sido el desarrollo de cada uno de los personajes, no sólo de Nilak y Heather sino de todos los demás.
Se trata de una historia muy emotiva, que deja las emociones a flor de piel y que va descubriendo poco a poco la historia de ambos.
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Totalmente recomendable.
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