El día que dejó de nevar en Alaska

"El día que dejó de nevar en Alaska" es un libro que nos cuenta la historia de Heather, una joven que, tras llevar una vida bastante desencaminada, decide mudarse a Alaska para dejar atrás su pasado, dar un cambio radical y encaminar su futuro. Allí se cruzará con unas personas magníficas y con un chico que pondrá su mundo patas arriba.

En este caso, poco puedo decir porque no encuentro las palabras para describir el torbellino de emociones que me ha hecho sentir. La verdad es que iba con algo de miedo porque este libro es el favorito de muchas personas y ya sabéis que las altas expectativas, en ocasiones, juegan alguna que otra mala pasada. Sin embargo, para mi sorpresa, la historia me ha encantado. Estamos ante un libro de esos que según vas leyendo te va calando hondo poco a poco y que, cuando te das cuenta, ya tienes tan interiorizada la historia y a los personajes que, como me ha pasado a mí, se quedan contigo para siempre. Estamos ante una historia con un trasfondo social increíble donde priman la libertad, las segundas oportunidades, el crecimiento personal, la amistad, la empatía y, sobre todo, la importancia de dejar atrás los prejuicios.

En cuanto a los personajes, lo más destacable es el desarrollo personal de Heather y Nilak. Pero, personalmente, lo que más me ha gustado es el vínculo tan especial que va creando Heather con todos los habitantes del pueblo. Cada personaje es especial, tiene luz propia, pero, para mí, John y Caos han sido quienes me han robado realmente el corazón.

Por otro lado, sé que me repito más que las persianas, pero es que Alice tiene una pluma mágica. Sus historias y sus personajes son especiales. No es nada nuevo decir que sigue siendo mi autora favorita de romántica y que creo que va a ser difícil que alguien la llegue a desbancar.

En definitiva, estamos ante una historia preciosa, ambientada en un sitio de ensueño y con unos personajes increibles. de verdad, no os imagináis cuánto os recomiendo este libro.