El día que dejó de nevar en Alaska

¡Qué gran descubrimiento ha sido Alice Kellen!
Me cuesta creer que llevase tantos años sin querer leer nada relacionado con la romántica y ahora estoy aquí, enamorada de esta historia y queriendo leer más de la autora.

Heather es una chica que huye de su pasado y, sobre todo, de ella misma. Así es como acaba en Alaska, el sitio que aparecía en un poster de su habitación, buscando una nueva vida alejada de todos problemas y errores que cometió. Pero su llegada allí no va a ser fácil pues parece que todo el mundo quiere que se vaya. Aun así encuentra a John, su vecino, que pese a ser un hombre huraño acabará ayudándole en sus primeros días, incluso encontrándola trabajo como camarera junto a Seth y Nilak. Este último parece odiar a Heather desde el principio, pero poco a poco ella misma se dará cuenta de que no es odio sino que su pasado es quizás tan oscuro como el de ella.

La historia puede parecer simple, y de cierta forma lo es: una chica con problemas del pasado se encuentra con un chico que tiene muchos más problemas del pasado también y poco a poco se conocen, compartiendo quizás esas sensaciones y esa visión de la vida. Pero pese a esta "simpleza" de la trama, el desarrollo y el ambiente que rodea a la historia me ha parecido realmente bonito. Además, la lectura es muy ágil (me ha durado un suspiro) gracias a la pluma de la autora que te transporta a Alaska junto a los protagonistas, y aunque me esperaba ciertas cosas, otras han sido una grata sorpresa, e incluso ha conseguido que se me escapen algunas lagrimitas.

Los protagonistas me han parecido sumamente realistas, pues las vivencias forjan el carácter de cada persona de una manera única. Podemos ver a personas que han tenido "menos problemas" y tienen una visión positiva del mundo, otros que pese a no haberlo tenido tan fácil, saben perdonar y seguir adelante, y quienes han vivido cosas tan terriblemente duras que tienen que aprender a gestionar todo y después aprender a vivir con ello. Y esa evolución en algunos y esa representación con otros me ha encantado.

Como broche final, la ambientación en Alaska ha hecho que la historia me llamase mucho más, y el conseguir que Caos fuese un personaje más pese a ser un husky es algo que a los amantes de los animales nos suma punto en una novela.

En definitiva, repetiré con Alice Kellen seguro, ya que sabe crear historias simples pero bonitas y creíbles, y me ha hecho enamorarme del amor literario.