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Lo primero que tengo que decir es lo mucho que me ha sorprendido la narrativa de la autora, ya que es ligera y fresca, te anima a seguir leyendo porque apenas notas que pasas las páginas. Necesitaba leer una novela de este tipo porque ahora mismo mi cabeza está un poco saturada entre estudios y libros densos, así que creo que lo he leído en una época perfecta. Ya os digo que la historia no es que sea muy original: típico chico que ha tenido un pasado muy duro y por eso no puede estar con la chica, pero ambos han estado enamorados desde siempre. Mi problema con el libro podría decirse que se debe a los protagonistas, puesto que no he llegado a congeniar con ninguno de ellos. Rachel me parece insoportable, tanto de pequeña como en la actualidad. Es muy extremista, drama queen de renombre, con reacciones que no vienen a cuento en los momentos menos pensados. Llegué a entenderla algunas veces, esa inseguridad y distancia que mantenía, su carácter seco y solitario... Pero otras no entendía como sus amigos no la mandaban a freír espárragos. Luego tenemos a Mike, que con él, ni fu ni fa. Mike es ese personaje que anhela ser querido, porque tiene una falta de cariño bastante grande, pero a la vez es más chulo que un ocho y siempre termina fastidiándola. O casi siempre, porque con Rachel mirad que se lo curra como nadie y la que la arma muchas veces es ella. En fin, que Mike es bueno, he comprendido su situación y no está mal, pero no he llegado a cogerle un cariño especial. Y ya se sabe, cuando no le coges cariño ni al prota masculino ni tampoco a la femenina, la historia no te llega de la misma forma. Me ha gustado mucho la forma en que se trata la amistad, porque a pesar de los años que han pasado, los cuatro amigos se quieren como si no hubieran pasado tiempo separados, sin guardarse rencor los unos a los otros por los fallos cometidos anteriormente (quitando el odio de Rachel hacia Mike, claro está). También en relación con esto me ha gustado que se demuestra que un chico y una chica pueden ser solo amigos, sin querer pasar a ser algo más, como vemos que sucede entre Jason, Luke y Rachel. El romance ha sido muy dulce y tierno, cargado de pequeños gestos, miradas y sentimiento, mucho sentimiento. No os voy a decir que surja poco a poco, porque los protagonistas ya sienten algo desde el principio, lo que es normal porque comparten un pasado en común, pero lo que sí se cuece poco a poco es el perdón. Y el amor en el presente, no esos recuerdos que se tienen de su relación en el pasado, ya que estos están contaminados de momentos no tan buenos. Alice Kellen expresa que quien no arriesga, no gana; o peor, no vive. Rachel vive segura en su zona de confort, con miedo a abrirse a los demás y volver a sufrir, pero vivir con miedo no es vida. Me ha gustado mucho la evolución que sufre, a pesar de que no sea una de mis protagonistas favoritas. Enlace: http://adictaloslibros.blogs.. |
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