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Es un libro corto donde nos encontramos una cafetería especial. Y es que en ella hay una silla donde puedes viajar en el tiempo. Pero hagas o digas algo no influirá al volver al presente. Con esta premisa nos encontramos con cuatro historias, de cuatro personas que quieren usar ese sitio. Cada una con un objetivo diferente. La primera protagonista puede resultar un poco irritante por su personalidad. Pero lo que nos muestra el autor en esta historia es como las relaciones en Japón son muy diferentes porque el trabajo se antepone a todo. Y el cambio que hay en las mujeres y su futuro laboral. Las otras tres historias son más dramáticas. Una habla del Alzheimer, la otra de la perdida repentina de un ser querido. Y la última, de no conocer a tus hijos porque sabes que vas a morir por una condición de salud. Estas tres historias me han hecho llorar porque son realmente muy tristes. Todas te hacen pensar en cosas que te podrían pasar en tu vida, cómo reaccionarías tú ante estas situaciones. Me ha gustado mucho la forma de describir y narrar, de esa forma pausada pero mostrando solo lo importante para la historia. Aunque en contra punto debo destacar que las normas de esos viajes en el tiempo se repiten demasiadas veces o la descripción del café. A mi me gusta la literatura asiática, y he disfrutado mucho con esta historia. |
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