Antes de que se enfríe el café

En esta novela nos encontramos una historia original, que trata algunos temas bastante tristes de una forma dulce y alentadora.

En la cafetería Funikuri Funikura se puede viajar en el tiempo, pero hay muchas normas que limitan bastante la posibilidad de hacerlo. Como por ejemplo: Solo puedes ver a una persona que haya estado en el café. No puedes levantarte de la mesa. Y la más importante de todas, solo puedes estar el tiempo que tarde en enfriarse el café, y hay que bebérselo.
Hay varios personajes en el libro a los que vamos conociendo poco a poco. Tenemos al dueño, Nagare y a su mujer Kei, a Kazu, que es la prima de Nagare. También están el señor Fusagi, la señora Kotake, Hirai, Fumiko y la mujer del vestido. Todos tienen una historia y será contada poco a poco, página a página entrelazada con las historias de cada viaje.

En este libro nos cuentan cuatro historias de esos viajes, a excepción del primero, de los habituales del café.

La primera historia se hace un poco pesada porque repiten mucho las normas del viaje, y son muchas. Pero una vez que le coges el truco al libro, el ritmo es de crucero e incluso da pena que se termine.

A excepción del primer viaje, el resto de las historias tocan temas delicados, que los personajes utilizan para tranquilizar su espíritu.

A mi me ha gustado mucho la forma en la que trata los temas como el Alzheimer en un matrimonio o la despedida de los seres queridos. de una forma profunda pero no dramática. No sé que otras historias se cuentan en el resto de libros, pero espero que la editorial se anime a publicarlos.
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