Antes de que se enfríe el café

Este ha sido mi primer contacto con la literatura japonesa.
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Me esperaba un libro cargado de enseñanzas y que va más allá de lo físico, de la historia y que llega al alma.
Y así ha sido.
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Me ha encantado viajar con los protagonistas y tomarme ese café con ellos.
Es muy interesante las reflexiones que hace.
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Una mesa, un café y una decisión.
Unas reglas que debes cumplir y un viaje que no cambiará el presente.
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Quizá al principio, por ser nombres que no me son conocidos, me hacía un poco de lío con los personajes pero a medida que avanza vas sabiendo quién es quién e identificándolos sin problema.
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Cada historia tiene su punto de ternura y es difícil no soltar alguna lagrimilla.
Si he de quedarme con una historia seria la de Kei, por sentirme quizá, en cierto modo, identificada.
Pero todas ellas están cargadas de amor, de empatía y de reflexión.
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La forma en que está escrito me ha resultado muy amena y fácil de leer.
Cómo dato curioso:
Me ha llamado mucho la atención el formato del libro. Es prácticamente cuadrado.
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Es un libro que me ha dejado pensando en que hay que vivir cada día al máximo, disfrutar de los nuestros y no dejar pasar las oportunidades que se nos presenten.