Antes de que se enfríe el café

Hay que tener en cuenta que esta es la primera novela de Toshikazu Kawaguchi, guionista y director de teatro, y de hecho esta historia es una obra teatral que recibió el primer premio en el Festival Suginami, así que nos encontramos con una adaptación literaria de un guion de teatro.
Quizá por esto último no resulta muy convincente, seguro que como obra de teatro funciona mejor. A mi no me ha convencido.

La historia, sin embargo, es original: existe una leyenda urbana acerca de una recóndita cafetería donde si te sientas en una silla concreta puedes volver al pasado. ¿A quién no le puede gustar esta idea? Pero viajar en el tiempo, tiene unas reglas muy estrictas: tienes que esperar a que el asiento esté vacío (y ocurre solo una vez al día), no puedes moverte del sitio, solo puedes encontrarte con alguien que ya haya estado en la cafetería, y (esto es lo más importante) por mucho que hagas, el presente no cambiará.

Este es el argumento de fondo en el que se mueven cuatro historias que se van enlazando unas con otras, y que dan título a los cuatro capítulos de los que consta el libro, y que corresponden a los personajes que van entrando en el café: novios, marido y mujer, hermanas, y madre e hija.

Hay algunos detalles un poco incoherentes, se repiten algunos párrafos a mi modo de ver de manera innecesaria, y la dinámica es muy repetitiva en los cuatro capítulos, pero aún así se lee fácil. Una lectura agradable, sin más.