Confianza ciega

John Katzenbach se ha convertido casi sin darme cuenta en uno de mis autores habituales del género, empecé con “El psicoanalista”, continué con “Jaque al psicoanalista” y este año ha llegado “Confianza ciega”. No parecen muchas lecturas para decir que ya es uno de mis habituales, pero la realidad es que desde el primer libro que tuve en mis manos estoy pendiente para apuntarme sus próximas publicaciones. Y es curioso, porque no es de esos autores que me crean tal tensión durante la lectura que me desborda la energía nerviosa de seguir sí o sí hasta desgranar cada detalle, me engancha de una forma diferente, más tranquila y queriendo tomarme el tiempo de teorizar conmigo misma (más bien con una amiga que me aguanta) sobre por donde creo que va a ir la historia. Este libro no ha sido la excepción, su esencia era muy reconocible desde el principio, creando esa atmosfera ciertamente oscura, misteriosa y aparentemente tranquila que suele ser habitual en sus libros.

Esta historia empieza fuerte, presentando a nuestro personaje principal Sloane, que debe enfrentarse a la trágica desaparición de su madre, a la que prácticamente dan por muerta. Es cierto que tenían una relación atípica, pero evidentemente lo sucedido es un golpe para Sloane y queda muy claro desde este instante que no sabe cómo afrontarlo, por lo que acaba enterrando la cabeza en otros asuntos para no pensar en nada más. ¿Qué otros asuntos? Una misteriosa (y muy sospechosa) oferta laboral. El trabajo consiste en construir un monumento conmemorativo para seis personas, a cambio de lo cual el empleador desea permanecer en el anonimato por el momento, darle un salario muy sustancial, acceso a tarjeta de gastos, oficina totalmente equipada… todo lo que podría soñar una arquitecta recién salida de la universidad como caído del cielo.

Vamos a ser claros, todo suena demasiado bonito para ser verdad, pero Sloane es como es. ¿Qué puedo decir de ella? Seamos sinceros Katzenbach, es un poco estúpida. No lo digo como una queja, ¿eh? En este tipo de historias no voy esperando y deseando empatizar con cada personaje, lo digo simplemente tal cual lo veo. No hace casi ninguna comprobación antes de firmar, miente innecesariamente sobre cosas muy importantes que debería solucionar al momento, hace descubrimientos más y más sospechosos sobre el trabajo y sigue actuando como si nada… es como si todo aquello que su madre le ha enseñado, Sloane decidiera olvidarlo y hacer todo lo contrario. Ahora bien, los otros dos personajes fundamentales de esta historia son personajes en mayúsculas. Interesantes, profundos, complicados, el contrapunto perfecto el uno para el otro, y a su lado Sloane es un bebé al que hay que llevar de la manita. Como siempre digo, si me pongo a dar detalles concretos reviento todo el misterio, pero en resumen el autor ha creado una historia que se alarga durante más de 20 años y cuya resolución final es tan evidente y al mismo tiempo con tantas posibilidades que cuando terminas el libro todo en tu cabeza es “¿por qué hiciste esto y no esto otro? ¿Por qué…? ¿Por qué…? ¿Por qué…?”

¿Lectura recomendada? Sin dudarlo. No es de esos thrillers morbosos y sangrientos que crean pesadillas, detalle necesario para mis gustos, no tiene una historia corriente que estemos habituados a ver continuamente y realmente, para lo extenso que es el libro, no se hace largo en absoluto una vez estás inmersa en la lectura, así que para mi todo ha sido positivo y solo me queda esperar al próximo libro del autor, estaré atenta para ver con que nos sorprende.